Casi todos los países del mundo cuentan con algún tipo de regulación del financiamiento político. A pesar de esto, persisten muchos desafíos, incluidas lagunas regulatorias y una implementación ineficaz de leyes y políticas de financiamiento político. La mayoría de los países todavía luchan por monitorear el desempeño de sus medidas regulatorias vigentes y existe un déficit empírico en la evaluación y comparación de las prácticas de las regulaciones de financiamiento político en diferentes contextos nacionales.